La lactancia materna ha sido la forma natural de alimentar a los bebés durante miles de años. Sin embargo, a lo largo del tiempo han surgido creencias erróneas que todavía hoy confunden a muchas familias. Estos mitos no solo generan inseguridad, sino que en ocasiones son causa de abandono temprano de la lactancia.

En este artículo desmontamos los mitos más comunes sobre lactancia materna, basándonos en recomendaciones de organismos como la OMS, UNICEF y la Asociación Española de Pediatría.


¿Por qué existen tantos mitos sobre la lactancia?

La transmisión oral de consejos entre generaciones, la falta de apoyo especializado en algunas etapas y la influencia de la industria de la alimentación infantil han contribuido a que ciertos mensajes equivocados se mantengan vivos.

Conocer la verdad detrás de cada mito es clave para que te sientas segura y tengas la información adecuada.


Los 10 mitos más frecuentes sobre la lactancia materna

1. “Mi leche no alimenta lo suficiente”

Uno de los temores más extendidos es creer que la leche materna puede ser “aguada” o de poca calidad.
La realidad: toda leche materna es nutritiva y adecuada para el bebé. Su composición se adapta a las necesidades de cada etapa y no existen madres con leche “mala”.


2. “Si tengo el pecho pequeño produciré menos leche”

El tamaño del pecho está relacionado con la cantidad de tejido graso, no con la capacidad de producir leche.
La verdad: tanto los pechos pequeños como grandes pueden producir la misma cantidad de leche siempre que haya un buen agarre y una succión frecuente.

Recuerda, lactancia a demanda siempre.


3. “Dar el pecho duele, es normal”

El dolor no es una condición “normal” de la lactancia. Puede indicar un mal agarre, grietas o problemas como la mastitis.
Solución: pedir ayuda de un especialista en lactancia para corregir la postura o resolver complicaciones.

Si necesitas ayuda, consulta mis asesorías online y presenciales en Valencia.


4. “Si el bebé pide muy seguido es porque no tengo suficiente leche”

Los bebés lactantes se alimentan a demanda. Es natural que pidan tomas frecuentes, especialmente en los primeros meses o durante los brotes de crecimiento.
La verdad: la frecuencia no indica falta de leche, sino necesidades propias de desarrollo.

¿Has oído hablar sobre las crisis de crecimiento?


5. “Con el chupete el bebé se calma mejor que con el pecho”

El chupete puede interferir en la succión y confundir al bebé si se introduce demasiado pronto.
Recomendación: se aconseja ofrecerlo únicamente cuando la lactancia está bien establecida, alrededor de las 4-6 semanas.

Y te invito a reflexionar: ¿Qué fue antes: la teta o el biberón?


6. “Si estoy enferma debo suspender la lactancia”

En la mayoría de los casos, las enfermedades comunes no contraindican la lactancia.
Ejemplo: un resfriado o una gripe no son motivo para dejar de amamantar. Al contrario, la leche materna transfiere anticuerpos que protegen al bebé.
Atención: siempre consulta con el médico si tomas medicamentos. Te invito a conocer la web e-lactancia.org que es 100% fiable y puedes consultar compatibilidades.


7. “La madre debe seguir una dieta especial y estricta”

No es necesario eliminar todos los alimentos. La madre lactante puede llevar una dieta equilibrada y variada, salvo en casos de alergias específicas del bebé.
Lo importante: mantener una buena hidratación y priorizar alimentos frescos y nutritivos.

Anécdota: Todavía recuerdo una asesoría en la que la mamá tomaba un vasito de cerveza por las mañanas y el resto de día, solo caldo de pollo. ¡Pobre mujer!


8. “La lactancia hace que los pechos se caigan”

Los cambios en la forma del pecho están más relacionados con el embarazo, la genética y la edad que con la lactancia.
La realidad: amamantar no es responsable de la flacidez mamaria. ¿Daría de mamar mucho tiempo La Duquesa de Alba :)?


9. “Después de los seis meses la leche ya no alimenta”

La leche materna sigue siendo un alimento muy completo más allá de los seis meses, incluso hasta los dos años o más, según recomienda la OMS.
Lo cierto: se debe complementar con alimentos sólidos a partir de los 6 meses, pero la leche sigue siendo la base nutricional.


10. “Las madres que trabajan no pueden mantener la lactancia”

Muchas mujeres logran compaginar lactancia y trabajo gracias a la extracción y conservación de la leche.
Clave: informarse sobre derechos laborales y planificar la vuelta al trabajo.

En mi taller Banco de Leche y Vuelta al trabajo te cuento todo lo que necesitas saber para compatibilizar lactancia materna con tu reincorporación laboral.


Otros mitos menos conocidos

“Si el bebé no duerme toda la noche es porque mi leche no le llena”

Los despertares nocturnos son normales en los lactantes y no tienen que ver con la calidad de la leche. Te invito a leer el libro «Todos a la cama» de Álvaro Bilbao.


Consecuencias de los mitos en la lactancia

  • Abandono precoz de la lactancia.
  • Baja confianza de la madre en su capacidad de alimentar.
  • Menor apoyo del entorno.
  • Riesgo de sustituir leche materna por fórmulas sin necesidad.

¿Cómo combatir los mitos de la lactancia?

  1. Informarse en fuentes oficiales: OMS, AEPED, UNICEF.
  2. Buscar asesoramiento profesional: matronas, consultoras de lactancia.
  3. Apoyarse en grupos de madres que han vivido experiencias similares.
  4. Compartir información actualizada en familia para desmontar creencias erróneas.

Conclusión

La lactancia materna es un proceso natural, pero rodeado de mitos que pueden dificultar la experiencia. Con información veraz y acompañamiento, las madres pueden vivir la lactancia de manera más tranquila y satisfactoria.

Recuerda: tu leche es siempre valiosa, y cada gota cuenta para el bienestar de tu bebé.

¡PURO ORO LÍQUIDO!



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